EL Plan de Desintensivos para los funcionarios público
EL Plan de Desintensivos para los funcionarios público
Bach, en contabilidad; Especialista en compras publicas y planeamiento estratégico, Me he desempeñado cono funcionario publico en diversos gobierno locales e instituciones publicas, como jefe de logística y como gerente de presupuesto y planificación. Actualmente me desempeño como gerente de planificación y presupuesto de la MP de Camaná Arequipa
Con la creación del Plan de Incentivos a la mejora de la gestión municipal en el año 2010 y con la Ley N° 29332, se quiso modernizar el estado, específicamente los gobiernos locales, los cuales deberían cumplir ciertos requisitos como incrementar su recaudación entre ellos, en sus inicios fue muy novedoso y muchas autoridades utilizaron estos recursos para modernizar sus municipalidades, dotar de equipos de computo que no tenían en ese entonces y realizar algunas obras importantes en sus localidades.
"EL Plan de Desintensivos para los funcionarios público"
Sin embargo, años después los presupuestos fueron siendo más cortos, ¿qué sucedió?, el Foncomun fue disminuyendo años tras año, lo que trajo consigo la disminución de personal y la reducción de servicios que prestaban las recientes municipalidades, lo mismo ocurrió con el canon, mientras el centralismo retenía millones y millones para el pago de publicidad estatal, creación de fondos para la prevención de desastres que no sirvieron para detener los daños ocasionados por el fenómeno del niño costero.
Así mismo se creó fondos concursables como el PROCOMPITE, FONIPREL y otros que lejos de ser concursables se volvieron negociados a nivel de la alta corrupción centralizada en Lima, mientras que las autoridades de provincias debían mendigar presupuestos para favorecer a sus localidades, y aceptar que cada proyecto aprobado venia con la empresa constructora ya designada desde Lima.
Hoy en día vemos funcionarios preocupados por cumplir metas y tareas que escapan muchas veces de sus funciones, se ven oficinas descentralizadas de ciertos ministerios que no son capaces de atender todos los problemas que suceden en cada entidad, pero que sin embargo exigen a los gobiernos locales el cumplimiento de estas “metas”, que lejos de mejorar la gestión pública se ha convertido en la “manzana de la discordia” de la función pública.
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