El neoconstitucionalismo como factor responsable del desandado “MADURAZO”

Escribe Dr. Jorge Isaac Torres Manrique Especialista en derecho empresarial y administrativo

Abogado por la Universidad Católica de Santa María (Perú). Egresado de los Doctorados en Derecho y Administración, y de las Maestrías en Derecho Empresarial y Derecho Penal, por la Universidad Nacional Federico Villarreal . Miembro del Comité Científico Internacional del Instituto Jurídico Internacional de Turín (Italia). Experto en Derecho Empresarial y Administrativo.

La última semana el enfoque político venezolano e internacional se centró basilarmente, en los execrables efectos de la Resolución Nº 156 del Tribunal Supremo de Venezuela- TSJ (de fecha 29/03/17), por la que el mismo enarbolaba campante la inconstitucional asunción, de dicho Supremo Colegiado Constitucional, de las funciones de la Asamblea Nacional, esto es, el Poder Legislativo, vale decir, mayoritariamente de oposición al régimen totalitario de Nicolás Maduro. Dicho en breve, un golpe de Estado.

"La última semana el enfoque político venezolano e internacional se centró basilarmente, en los execrables efectos de la Resolución Nº 156 del Tribunal Supremo de Venezuela- TSJ (de fecha 29/03/17)."

¿La razón?, el supuesto desacato de la misma a las resoluciones emitidas por dicho Tribunal (desde agosto de 2016), claramente orientadas a complacer a los oscuros caprichos de Maduro. Así tenemos, el texto de la citada Resolución señala: “(…)se advierte que mientras persista la situación de desacato y de invalidez de las actuaciones de la Asamblea Nacional, esta Sala Constitucional garantizará que las competencias parlamentarias sean ejercidas directamente por esta Sala o por el órgano que ella disponga, para velar por el Estado de Derecho”.

Es de apostrofar el increíble contenido del referido texto. Ello en tanto que, inconstitucionalmente se avasalla y usurpa la majestad de un poder del Estado, en este caso, del último bastión democrático. Sobre todo cuando, se dispone que dicha Sala garantizará el ejercicio de sus funciones por un ente que no es el Legislativo, coronando su cantinflesco párrafo al esbozar que la misma velará el Estado de derecho. ¿Es posible velar por el Estado de derecho, vulnerándolo para tal fin?. Por supuesto que no. Por ello, el raciocinio de la referida Sala resulta definitivamente de campeonato (peor, imposible).

No obstante, Henrique Capriles, líder opositor light y gobernador de Miranda, sostiene que la verdadera razón, es la oceánica incapacidad para gobernar, lo que ha llevado a Venezuela a la peor crisis de su historia. Es ese sentido, afirma: “(…)¿por qué el gobierno quiere aniquilar al Parlamento usando como marioneta al TSJ? Simple, porque la asamblea es la piedra de tranca para que Maduro adelante acuerdos de financiamiento con instancias internacionales, ya que la Carta Magna establece que los créditos que se solicitan al exterior deben ser aprobados por los asambleístas para que tengan validez. Lo que se persigue es mantener una chequera en blanco para hacer y deshacer, para continuar celebrando acuerdos viciados, para seguir llenándose los bolsillos, mientras nuestro pueblo fallece víctima del hambre y por la ausencia de medicamentos”.

Lo señalado claramente obedecería a intenciones de continuar gobernando no solamente de manera fanática e inconsciente, sino también, de abierta como descarada vulneración del ordenamiento jurídico (un cuasi agonizante Estado de derecho llanero). Verbigratia: el equilibrio y separación de poderes e independencia y autonomía del Poder Legislativo y Poder Judicial (pues, es harto conocido que la resolución in comento fue expedida a pedido expreso de Maduro).

Ante el estropicio mayúsculo de la mencionada resolución suprema, la asertiva, encomiable e inmediata respuesta no se hizo esperar, además, a través de varios frentes. Es entonces, que: i) el valeroso pueblo venezolano (aún a costa de sus propias vidas) salió a protestar masivamente a las calles, ii) el pronunciamiento más sólido provino del Perú al condenar sin eufemismos “la ruptura de la democracia en Venezuela” y ordenar el retiro de su embajador en Caracas , iii) el repudio mayoritario de los países hermanos también se hizo presente, iv) la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, manifestó: "Constituye una ruptura del orden constitucional, y es mi obligación manifestar ante el país mi preocupación por tal evento" , v) los países del Mercosur exhortaron a Venezuela para que asuma medidas para garantizar la división de poderes, y vi) el Secretario General de la OEA, se pronunció: “El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ha dictado dos decisiones por las que despoja de sus inmunidades parlamentarias a los diputados de la Asamblea Nacional y, contrariando toda disposición constitucional, se atribuye las funciones de dicho Poder del Estado, en un procedimiento que no conoce de ninguna de las más elementales garantías de un debido proceso”.

Es de destacar que ante tal sistemática arremetida, Maduro no le quedó otra que recular su pretensión golpista. Al respecto: “El TSJ dio a conocer la rectificación en su pagina web, después de que Maduro los exhortara, en la madrugada del sábado, a que 'revisaran' estas medidas [las sentencias 155 y 156](…)”. Cabe indicar que la sentencia 155, establecía dejar sin inmunidad parlamentaria a los diputados.

Con dicho resultado, se fortalece, pues, la muy débil democracia en Venezolana, a la vez que se debilita en algo el régimen trasnochado de Maduro. Sin embargo, aun faltan muchas conquistas que coronar por parte del sufrido pueblo que se torna exangüe con el pasar de los días.

Sostenemos que el gran artífice del histórico retroceso de Maduro, es el neoconstitucionalismo que saca lustre a sus galardones en esta coyuntura. A propósito, el mismo es un: “saludable despertar o concientización constitucional a favor de los derechos fundamentales y donde los mismos se yerguen como eje central del sistema jurídico, y como sustento de fundamentación universal de irrebatible legitimidad” . En ese orden de ideas, las reacciones de rechazo mencionadas se habrían ejecutado al abrace de los lineamientos del mismo.

A propósito, maravilla el hecho que en el presente caso sub exámine, no se haya podido decir y hacer lo mismo que ante el 05/04/92, esto es, el autogolpe de Estado perpetrado por Alberto Fujimori, cuando el en ese entonces ministro Blacker Miller, a decir del renunciante —el único ministro que renunció— ante dicho histórico como nefasto suceso, ex primer ministro Alfonso de los Heros: “(…)pudo hacer gestiones a nivel internacional para que esto pasara sin que hubiera problemas”.

Para concluir esta entrega, en palabras del líder opositor hard, Leopoldo López , formulamos hacer votos porque pronto en Venezuela, conjuntamente con no solo de la saludable influencia del neoconstitucionalismo, Maduro sea prontamente derrocado, todos los derechos sean para todas las personas y se respire finalmente justicia, paz y desarrollo.

Biografía

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