Los actos contra el pudor no son actos preparatorios del delito de violación sexual si estos concurren en momentos distintos

Nuevas profesiones

Los actos contra el pudor no son actos preparatorios del delito de violación sexual si estos concurren en momentos distintos

Integrante del Estudio PARIONA ABOGADOS. Consultor externo en temas de derecho penal y criminalidad moderna. Investigador, asistente de cátedra y miembro principal del taller Dogmática Penal en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Identificar un delito como presupuesto o condición de otro no es tarea fácil a nivel judicial. Por lo general, cuando dos hechos punibles concurran conjuntamente para un mismo resultado se dirá que estamos ante un concurso real de delito [art. 50]. Sin embargo, esto en la práctica parece no ser fácilmente identificable por los operadores de justicia.



“Cuando dos hechos punibles concurran conjuntamente para un mismo resultado se dirá que estamos ante un concurso real de delito [art. 50]. ”



El principal problema viene aquí: ¿cuándo el delito de actos contra el pudor en menor de edad [art. 176-A] se convierte en un acto preparatorio del delito de violación sexual de menor de edad [art. 173]?, más aún, si ambos delitos tienen en común que la víctima es una menor de edad, la cual muchas veces por temor, miedo, angustia y desesperación oculta ciertos hechos en su relato factico de cómo ocurrieron los hechos que al final terminan beneficiando al imputado.



Sucede que a veces, el órgano juzgador comete el error de solo enfocarse en el resultado o acto último del criminal, sin tomar en cuenta el intervalo de tiempo en que acaeció una conducta de otra, negándose así la posibilidad de identificar que otros tipos penales más se han configurado. Lo triste de esta situación es que si solo nos enfocamos en el resultado, la pena no será proporcional al hecho delictivo cometido y no alcanzará a sancionar de forma completa la conducta del imputado sino solo un pequeño sector del mismo. De producirse esta situación estaríamos dejando en el camino libre para que hechos impunes nunca sean alcanzados por la norma penal.

En la Corte Suprema, a raíz del RN N° 2826-2014-Junin, pudo corregir una sentencia que no comprendía la conducta criminal del acusado en toda su dimensión. El imputado era sindicado como autor de los delitos contra la libertad sexual en su modalidad, primero de actos contra el pudor de menor y, segundo, de tentativa de violación sexual. El Órgano Superior solo consideró probado el delito de violación sexual de menor en grado de tentativa y como actos preparatorios al delito de actos contra el pudor, por lo que la sentencia no comprendió en todo su espectro punitivo de que se trataban de hechos distintos, que cada uno respondía a distinta lógica normativa, de que cada hecho se produjo en momentos distintos, es decir, que estábamos ante un concurso real y no ante un delito presupuesto de otro.

A través de la presente ejecutoria, y asumiendo un mejor razonamiento, la Corte Suprema recalcó en que no es posible considerar a un delito como presupuesto de otro si es que cada uno de estos ocurrió en momentos distintos. Es decir, solo una conducta típica puede ser sustento o presupuesto de otro delito si es que cada conducta típica se ejecuta de forma seguida a la otra y todas bajo una misma resolución criminal. Por ejemplo, robo un auto para usarlo en un secuestro, o también, se falsifica un título profesional para prestar un servicio a la entidad pública, pero sería ilógico pensar que, por más que existió semanas de distancia entre una conducta y otra, los actos contra el pudor puedan ser actos preparatorios de la violación sexual de menor.

Parte de esta problemática a nivel judicial y del cual depende el gran número de casos que devienen en nulos por falta de motivación o indebida valoración de la prueba, es la errónea interpretación a los institutos penales de la parte general. Respecto al particular, sobre del concurso de delitos. Y, que incluso esta tiene un efecto punitivo importante, porque aumenta la pena individual por cada delito, sumando todas hasta un máximo punitivo de 35 años. Es decir, señalar que un delito fue acto preparatorio de otro no solo es esconder y dejar impune una conducta típica, sino también, reducir el nivel de pena.

En ese sentido, debemos recordar que una vez configurado el aspecto objetivo y subjetivo de cada tipo penal que concurre en un hecho, resulta que si uno es presupuesto del otro, entonces no debería existir distanciamiento en torno al resultado criminal; en cambio, si un hecho es cometido y luego, al cabo del paso del tiempo, otro hecho similar vuelve a cometerse, no por ello el primer hecho queda subsumido en el ultimo, sino que cada adquiere autonomía delictiva y cada conducta merece una sanción distinta.

De ahí que, como recomendación solo nos quedaría señalar que cada hecho delictivo denunciado no puede verse como un consecuencia si antes no se ha descartado de la narración fáctica de la víctima que no se han cometido otros hechos delictivos y que estos tienen suficiente entidad propia para ser sancionados de forma conjunta al resultado, teniendo como resultado, una verdadera respuesta penal frente al ilícito cometido.

Biografía

Reflexiones que provienen del análisis al RN N° 2826-2014-Junín, del 02 junio de 2016.



Categoria

categoria: Noticias